Con la llegada de la inteligencia artificial, que se va abriendo camino en todos los campos, surgen muchos interrogantes en toda la actividad educativa, incluso se habla del fin del sistema de transmisión del conocimiento tal y como lo conocemos actualmente.
Ante esta compleja situación educativa, pensando en la catequesis, nos podríamos plantear: ¿Qué puede aportar la catequesis hoy a la transmisión y crecimiento de la fe?
Si, además, tenemos en cuenta que en el mundo occidental los cristianos convencidos son una minoría en medio de una sociedad, en la que las personas esconden sus creencias y proclaman sin “recato” sentirse alejadas de Dios o tener dificultades para la vivencia de su fe.
Si, también, encontramos muchos bautizados que saben muy poco de Jesús y su Evangelio o que, en cualquier caso, no han hecho personalmente la opción de seguir a Jesucristo.
Todo esto nos plantea un panorama de grandes retos para la transmisión de la fe. Una respuesta a esta situación puede llevar al pesimismo, a la convicción de que podemos hacer poco por generar nuevos cristianos. Otro modo de reaccionar podría ser el mantenerse en las formas tradicionales de catequesis, esperando pasivamente que vengan tiempos mejores.
Sin embargo, como creyentes afrontamos a la proclamación del mensaje cristiano, conscientes del carácter de novedad, de ruptura, de contraste con los discursos normales que circulan en la sociedad. Tenemos valor para decir que la realidad central es Dios y que lo importante en la vida humana es poner a Dios en el centro, convertirse a Dios, buscar el proyecto de Dios, sin condescender con el conformismo o ceder a la mentalidad corriente. Más bien en este contexto y con estas dificultades nos planteamos cómo se puede asegurar la transmisión de la fe cristiana, cómo se realiza de forma actual la propuesta misionera del Evangelio.
Comenzamos con el principal problema que se plantea para las comunidades cristianas que buscan una acción evangelizadora profunda y eficaz, consiste en lo qué tenemos que transmitir lo qué tenemos que proponer a las personas. El problema es tener conocimientos y convicciones claras en relación con la propuesta evangélica.
Otro aspecto a considerar es la metodología, cómo realizar una propuesta creyente significativa para la vida de las personas. La catequesis no se reduce a la transmisión de información teórica, sino que busca generar un encuentro personal y comunitario con Jesucristo. Está documentado, que el acercamiento a la fe cristiana en la mayoría de los casos se produce a través de las relaciones personales con las personas que siguen a Jesucristo, estos encuentros provocan la apertura al Evangelio y el inicio de un proceso de catecumenado.
Carmen Víllora, FMA
Profesora ISCR Don Bosco
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