El ser humano, desde su creación, se ha comunicado con sus semejantes. Al principio de forma más básica, y a lo largo del tiempo ha ido desarrollando formas más complejas de comunicación, siempre con el intento de hacer llegar sus mensajes a una persona, o a una multitud de ellas.
La palabra hablada ha sido siempre el medio de comunicación más utilizado por la humanidad, pero junto a ella surgió la palabra escrita y sobre todo después, con la llegada de la era digital, han nacido otras diversas y variadas posibilidades para vehicular y hacer llegar a los demás los diferentes mensajes.
La Palabra de Dios, en principio, llegaba mediante los profetas, que transmitían el mensaje que Dios quería hacer llegar a su pueblo. Esta palabra se plasmó luego en la escritura y así ha llegado hasta nosotros, hasta parecernos una forma de comunicación muy normal. Ahí tenemos, por ejemplo, la Biblia, cuya lectura ha posibilitado que conociéramos la Palabra.
Pero hoy, en nuestra sociedad, la comunicación digital ha variado radicalmente nuestro acceso a la comunicación y a la palabra.
La Palabra de Dios en la escritura y lectura
Hoy, por ejemplo, han caído en desuso y en el olvido las cartas postales. Hoy no hace falta esperar para recibir mensajes de amigos o familiares; como han perdido también muchas posibilidades los periódicos como mensajeros de noticias…
La era digital y la Palabra de Dios
Los medios digitales, como este mismo que estoy utilizando y que lees en esta web, transmiten instantáneamente cuanto se desea comunicar, a la vez que se puede compartir, a través de las redes sociales, de forma instantánea, y con posibilidad de que los mensajes lleguen a un amplio ámbito de lectores. Los mensajes digitalizados se abren al mundo entero…
La Palabra de Dios, nuestras reflexiones, nuestras informaciones pueden transmitirse a través de formatos digitales, acompañados de imágenes, vídeos, etc.
Hacer llegar la Palabra de Dios al mundo
Por lo tanto cabe concluir que nos hallamos ante una herramienta muy potente y muy útil, sobre todo en relación con la tarea de ser difusores de la Palabra de Dios. Una herramienta que no podemos desconocer, ni tampoco infrautilizar. Podemos difundir mensajes mediante un blog que contenga reflexión e imágenes, mediante vídeos, con imágenes con textos, etc. Puede decirse que a la iconografía religiosa se le abre, mediante Internet, un amplio campo por explotar.
La importancia, por lo tanto, de conocer los medios digitales y saber usarlos ofrece hoy a nuestras parroquias, a las Congregaciones religiosas y a todo tipo de grupos de pastoral, la posibilidad de llegar a personas a las que difícilmente podríamos hacerlo mediante los medios tradicionales.
Con la ayuda de la oración, la inspiración del Espíritu Santo y nuestra constancia, formación y empeño para trabajar los mensajes, podemos hacer, pues, una gran labor.
El Papa Francisco en la Conferencia de Medios de Católicos afirmó: “Un verdadero comunicador se dedica completamente al bien de los demás en todos los niveles, desde la vida de cada persona a la vida de toda la familia humana. No podemos comunicar verdaderamente si no nos involucramos personalmente, si no podemos testimoniar personalmente la verdad del mensaje que transmitimos”.
Saber y saber hacer. Vivir y compartir.
Manuel S.C. Rodríguez
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