Para entender la iniciación cristiana y las celebraciones de los bautizos en Burkina Faso, es importante comprender el contexto de su evangelización. No es lo mismo hablar del tema de los bautizos en un contexto de una práctica de veinte siglos que puede ser la de Europa que hablar del mismo tema en un lugar donde apenas la práctica es de un siglo.
El cristianismo en Burkina tiene apenas un siglo y se sitúa en el contexto de una única religión, la religión tradicional. La prioridad de los evangelizadores, los misioneros de África fue la catequesis y el bautismo de los adultos. La costumbre desde el principio fue la recepción del sacramento del bautismo después de un catecumenado más o menos largo. El bautismo de los niños es una realidad que no tenía la importancia que tiene hoy. Una de las cuestiones a la nos encontramos no es un problema de disminución o de falta de demandas del bautismo para los niños sino como satisfacer tantas demandas sabiendo las diferentes situaciones en las se encuentran los padres y o la gran familia que puede seguir siendo en la mayoría de la religión tradicional o del islam. Durante mucho tiempo, desde los inicios de la Iglesia en 1900 hasta 2016 al ocasión del año santo de la misericordia, para evitar el no poder asegurar la educación de los hijos en la fe católica con la recepción del bautismo, se negaba el bautismo a los niños de menos de seis años de madres solteras o mujeres cristianas que viven solas, de parejas cristianas que aún no están casadas con la Iglesia,
de divorciados vueltos a casar civilmente, de catecúmenos o polígamos que han hecho solo una bendición porque teniendo un impedimento por lo que no pueden casarse, de cristianos que se convirtieron en polígamos por diversas razones, de cónyuges que han presentado su caso ante el Tribunal Eclesiástico, de parejas islámicas-cristianas no casadas todavía en la Iglesia. Una vez llegados a la edad de razón estos niños con el consentimiento de los padres pueden empezar la catequesis y recibir los diferentes sacramentos siguiendo el ritual vigente. Lo que no puede sonar igual aquí o quizás sonar raro o malo aquí porque los niños de ninguna manera tienen culpa de haber nacido de una unión que está en regla con la Iglesia. Sin embargo, desde el año de la misericordia la conferencia episcopal Burkina – Níger admite el bautismo de este grupo de niños por cuestión de pastoral y la salvación de las almas y porque la iglesia es la casa paterna donde hay lugar para todos.
Por supuesto, que las familias cristianas con ningún impedimento, se sigue igual administrando el bautismo quizás todavía por miedo al pecado original pero también cada vez con la comprensión del bautismo como puerta de entrada para formar parte del pueblo santo de Dios. El término o el concepto limbo casi que no ha existido, no se bautiza tanto por motivo de temor, pero hay que notar que la mayoría de los casos la gente lo hace para cumplir con la ley.
Hoy en día el bautismo de los niños ya no es un problema, la mayoría de las familias cristianas lo hacen y acompañan a los niños hasta después de la edad catequética (llevándolos a misa, rezando con ellos en casa, inculcándolos las normas de la ética cristiana).
La iniciación cristiana de adultos es el más conocido y el más desarrollado. Es un catecumenado de 4 a 6 años según las necesidades, marcado por los escrutinios que se termina con la recepción de todos los sacramentos de la iniciación cristiana la mayoría de las veces a la vigilia pascual. En esto no difiere mucho con las demás regiones del mundo. El RICA tiene su significado y una importancia radical allí dado que muchas de las personas que benefician de este ritual con sus ritos son gentes que se conviertan al cristianismo llegando del animismo o del islam y que necesitan una buena iniciación cristiana. En cuanto al bautismo en edad de escolaridad, son muchos los niños que se sitúan en esta situación y tienen la suerte de tener a su disposición un ritual que los acompaña y les ayuda. Sin embargo, en Burkina este grupo se subdivide en dos por cuestiones de pastoral dado el gran número de las demandas (los niños en edad de escolaridad y de jóvenes en edad universitaria que casi siguen el mismo ritual con algunas adaptaciones). A los niños de edad escolar, la celebración de los ritos y escrutinios se hace de forma simbólica en los lugares de catequesis; pero los jóvenes de edad universitaria se aproximan más a los escrutinios de los adultos en domingos específicos del año. Una de las diferencias que se puede notar también es la entrega del padre nuestro, y del símbolo de la fe que enriquecen más el proceso de la iniciación; allí, en general no hay constancia de esta práctica.
Viviane Compaore
Extracto del trabajo de Pastoral de los Sacramentos.
Comentarios recientes