Manuel Olid es coordinador del itinerario de la educación en la fe de la zona norte de la inspectoría salesiana de María Auxiliadora. Estos días ha estado en Menorca para participar en la formación de los agentes de pastoral juvenil.
¿Por qué es importante la tarea que hacen los agentes de pastoral juvenil (profesores de religión, catequistas, monitores) con los más jóvenes?
Los agentes de pastoral son la primera puerta de entrada a la Iglesia para muchos jóvenes y muchos miembros de nuestra sociedad y, por lo tanto, su papel de acogida, escucha y acompañamiento es más que importante para la evangelización y la iniciación cristiana de todos ellos.
¿Qué podemos mejorar los cristianos para hacer llegar el mensaje de Jesús a los más jóvenes de una forma atractiva pero sin perder la esencia del mensaje?
Yo creo que uno de los grandes retos que tiene nuestra Iglesia católica actualmente es hacer entender el mensaje de Jesús y eso pasa por hablar lo que hablan los jóvenes y entender qué quieren, qué viven, qué sienten y qué entienden. Es cuestión de trabajo personal y de formación al respecto, de no quedarnos en la forma y vivir y transmitir el contenido. Así, también, pienso que la autenticidad de las personas es un valor en alza actualmente, necesitan de personas auténticas que sean coherentes, este valor es muy atractivo hoy en día.
¿Qué temas habéis tratado en el encuentro de formación que se ha celebrado en el Seminario Diocesano de Ciudadela?
En la formación hemos desarrollado la raíz de la Christus Vivit, el trinomio de jóvenes, Iglesia y fe. Cómo son estos jóvenes, qué posibilidades pastorales nos propone el papa Francisco y trabajar el discernimiento y la vocación como metodología de evangelización clara y concreta.
¿Cuál es el mensaje principal que se quiso transmitir a nuestros agentes de pastoral juvenil? ¿Y qué conclusiones se extrajeron?
Uno de los temas que más surgió es que necesitamos espacios com el de este fin de semana, espacios donde convivir y reflexionar conjuntamente cómo queremos transmitir el valor más importante que tenemos los cristianos, la fe. Por eso, es importante que dediquemos tiempo, que nos cuidemos entre nosotros y nos sintamos en proceso. Las cosas no se hacen de una día para otro, pero poco a poco podremos conseguir que nuestro horizonte sea más claro y más nítido. Por último, los animé a continuar adelante, la Iglesia y los jóvenes necesitan de estos puentes de diálogo que son los agentes de pastoral juvenil y que han de ser fieles a dos bandas. ¡Ánimo, Iglesia de Menorca y adelante! Nos vemos en la vida.
(Publicada en: Full dominical de Menorca, 8/3/20, Sonia Febrer Romero)
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