La exhortación apostólica postsinodal Cristus Vivit del Papa Francisco a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios ha marcado una antes y un después en la acción pastoral y catequética que la Iglesia realiza con los jóvenes ya que tuvo como eje central a los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Concretamente, el capítulo séptimo de la exhortación apostólica nos ofrece cuatro reflexiones importantes que nos dan luz en la catequesis, concretamente con jóvenes.
En primer lugar, la necesidad urgente de renovación pastoral para poder llevar a cabo nuevos estilos y practicas pastorales adecuadas al lenguaje y a las preocupaciones de los jóvenes de hoy. Sin esta renovación de la catequesis nos encontraremos que los jóvenes sentirán que la Iglesia no tiene nada que aportarles en su vida y por lo tanto se alejaran del encuentro con Dios.
En segundo lugar, encontramos la importancia de garantizar ambientes y acciones que potencien la experiencia religiosa cristiana. Para poder ofrecer espacios donde los jóvenes se puedan encontrar con Dios y transformar su corazón. Por lo tanto, desde la catequesis será importante encontrar el equilibrio entre formación y kerigma para poder ofrecer un espacio dónde los jóvenes puedan ir avanzando en su experiencia religiosa cristiana a través del conocimiento de la vida de Jesús, pero también participando de experiencias que son verdaderos encuentros personales con Dios.
En tercer lugar, se deberá tener en cuenta las diferentes propuestas metodológicas del capítulo séptimo para poder incorporarlas y tenerlas presente en el método catequético. Si incorporamos las propuestas que nos lanza el Papa Francisco en nuestra tarea de pastoral juvenil, podremos entrar en las motivaciones e intereses de los jóvenes para que ellos a través de su lenguaje puedan encontrarse con Dios. En la catequesis se deberán trabajar en diferentes momentos y espacios de manera que los jóvenes se sientan partícipes y corresponsables de la vida de la Iglesia para así dar un testimonio misionero.
Es importante tener en cuenta, que en varias ocasiones a lo largo de éste capítulo el Papa Francisco nombra la necesidad de incorporar las redes sociales en el método catequético ya que actualmente es un espacio relacional que tienen los jóvenes y por lo tanto ellos también deben utilizarlo como medio de comunicación y de encuentro con Dios a través de su lenguaje. A veces, los adultos tenemos reticencias en incorporarlo en nuestras sesiones de catequesis, pero la verdad es que si echamos una mirada por las redes sociales encontramos grandes expertos que a través de un lenguaje juvenil y cercano hacen una catequesis que permite el verdadero encuentro con Dios.
En último lugar, me gustaría destacar la importancia de las características esenciales del catequista y/o acompañante de jóvenes. El Papa Francisco enumera los elementos que los jóvenes han destacado como esencial en un adulto que les acompaña. Creo que éste apartado es muy importante en la catequesis de jóvenes ya que se deben tener un carisma muy acorde a lo que los jóvenes han nombrado. Pienso fuertemente que el catequista de jóvenes es un perfil muy concreto y que no todo cristiano con buena voluntad puede acompañar ésta etapa de la vida tan maravillosa per a la vez tan compleja; ya que es una etapa madurativa que requiere de un adecuado acompañamiento para llevar al joven al verdadero encuentro con Dios.
En definitiva, el Papa Francisco nos anima a una renovación de pastoral juvenil de manera que adaptemos el método catequético para garantizar una verdadera experiencia religiosa cristiana; sin olvidarnos de la importancia del perfil del catequista de jóvenes que será el que haga posible todo lo comentado anteriormente.
Laura Baños
Extracto de un trabajo de la asignatura de Catequética.
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