La Carta apostólica Desiderio Desideravi del papa Francisco, del 29 de junio de 2022, es el primer documento papal dedicado íntegramente a la formación litúrgica. Ya en el nombre de la Carta, Desiderio Desideravi, el Papa parte del deseo del Señor de celebrar la Pascua con sus discípulos: ¡Como deseaba comer con vosotros esta cena Pascual antes de mi pasión! (Lc 22,15).
Los objetivos de la carta son tres:
1- Contemplar la belleza y la verdad de la celebración litúrgica.
2- Recordar la gran necesidad de una verdadera formación litúrgica.
3- Recordar la importancia del arte de celebrar.
Para esto se basará en las reflexiones de Romano Guardini, gran teólogo de la reforma litúrgica en el siglo XX y encargado de realizar las iniciativas de la Constitución SC del Concilio Vaticano II. La Carta se estructura de la siguiente manera:
- Introducción (n. 1)
- La liturgia hoy en la historia de la salvación (nn. 2-9).
- La liturgia: lugar de encuentro con Cristo (nn. 10-13).
- La Iglesia sacramento del Cuerpo de Cristo (nn. 14-15).
- El sentido teológico de la liturgia (nn. 16-19).
- Redescubrir cada día la belleza de la verdad de la celebración litúrgica (nn. 20-23).
- Estupor delante del Misterio Pascual, parte esencial de la liturgia (nn. 24-26).
- La necesidad de una seria y vital formación litúrgica (nn. 27-47).
- Ars celebrandi (nn. 48-60).
- Conclusiones (nn. 61-65).
- Oración final.
Por tanto, en primer lugar, la liturgia aparece como la renovación constante de la salvación en la historia que lleva a término Dios Trinidad y se convierte en lugar de encuentro con el Señor resucitado, en la Iglesia, que es su cuerpo histórico.
Se trata de una liturgia que es testimonio de fe eclesial, no un simple rito, caracterizada por mostrar la belleza de la verdad de la salvación y de la fe, ya que es actualización del misterio pascual, que nos llena de admiración. Por eso, la formación litúrgica tiene por finalidad que seamos capaces de captar el misterio pascual y ayudarnos a poner en juego el arte de celebrar. Los capítulos fundamentales de la carta, son los dedicados a la formación litúrgica y al arte de celebrar, los anteriores son el marco de referencia.
La referencia a la Pascua y al misterio pascual como experiencia viva y vital, personal y comunitaria del Resucitado recorre toda la Carta y partiendo de las directrices marcadas por SC se derivan las actitudes formativas que Francisco quiere que se cultiven a partir de la liturgia.
La Carta nos aporta las siguientes afirmaciones:
– La Eucaristía y todos los sacramentos son la garantía de encontrarnos con el Señor y participar de su Pascua. Dándose este primer encuentro en el sacramento del Bautismo.
– Ver que la Iglesia Cuerpo de Cristo, a la que nos incorporamos por el bautismo, es el lugar donde podemos experimentar la plenitud del culto a Dios.
– Necesidad de una sólida formación litúrgica para así evitar caer en los personalismos que nos alejan de Dios y de la comunidad eclesial.
– Vivir la liturgia como el Ars celebrandi.
Joan Josep Moré i Ramiro, SDB
Jefe de Estudios
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